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Iglesia de Santianes

La iglesia de San Juan Apostol y Evangelista en Santianes de Pravia, es la más antigua que se conserva en la arquitectura prerrománica asturiana. Fue erigida por iniciativa del Rey Silo (774-783), tras el traslado de la corte desde Cangas de Onís a Pravia, y concebida como iglesia palatina con funciones de panteón real. La iglesia estaría enclavada en un lugar próximo al conjunto palaciego del rey, cuya ubicación no es posible determinar con exactitud, aunque parece que se construyó sobre un edificio anterior del que no quedan trazas. A la muerte de Sito, tanto la iglesia como el palacio se convirtieron en la residencia doméstica de la reina Adosinda.

La iglesia permaneció intacta hasta el siglo XVI, pero sufrió profundas transformaciones en los siglos XVII y XIX. En 1894, se descubrieron importantes restos arquitectónicos pertenecientes a la iglesia primitiva: una pilastra que servía de apoyo a las mesas del altar y dos canceles. Estas piezas fueron adquiridas por el historiador Fortunato de Selgas (1839-1921), en 1905, y se conservan el la cripta de la iglesia de Jesús Nazareno, frente al palacio de La Quinta, donde reposan los restos de su familia.

Las obras de resturación de la iglesia, dirigidas por J. Menéndez Pidal, comenzaron en la década de los setenta del pasado siglo y fueron continuadas por Javier Fernández Conde en 1987. Su trabajo nos permite reconocer ahora muchos de los elementos originales de la iglesia, que actualmente está abierta al culto.