Fuente: La Nueva España

Pravia, Sara ARIAS
«Empezamos haciendo el tonto, subiendo al balcón del antiguo bar La Columna a las tres de la mañana cuando quedábamos cuatro amigos por allí. No era un discurso, dábamos un grito para hacer un poco de comedia y al año siguiente nos pidieron que lo hiciéramos otra vez». Y hasta hoy. Así comenzó, hace ya 22 años, el «Popinazo», el pregón que inicia las fiestas del Xiringüelu en Pravia y que Jorge Jáñez, «Popi», se encarga de dar desde esa fecha. Ahora, el «Popinazo» es ya un elemento tradicional de una de las fiestas de prao más importantes de Asturias.
El «Popinazo» fue creciendo poco a poco con los años. Ante el éxito del discurso, los miembros de la peña «La Fusión» fueron incorporando megafonía, una botella de sidra para mojar a la gente, voladores, balones y globos para entretener al público mientras espera por «Popi». Para poder hacer frente a este despliegue, venden papeletas para sortear la «Popicesta», en la que colaboran muchos comercios y restaurantes de la villa regalando cenas, cortes de pelo, bolsos o un kilo de arándanos, por ejemplo.
Además, en los últimos años, «Popi» se pasea en un trono por las calles de Pravia seguido de todos los vecinos para que, alrededor de las dos de la mañana, la plaza del Conde Guadalhorce se convierta en una olla exprés a punto de explotar de fiesta. Jáñez asegura que «tienes que ir medio sereno porque llega un momento en el que es difícil hacerlo». El «Popinazo» de este año tiene por título el «Popi-rescate» y está basado en lo que ha pasado en los últimos 22 años en el mundo.
Pese a la pasión por la fiesta del Xiringüelu, a Jáñez ya le pesan los años y opina que «hay que buscar sustitutos, nos estamos haciendo mayores y hay que comportarse un poco». De hecho, ya tiene en mente a la persona que deberá relevarle, aunque, de momento, «él no quiere y están empeñados en que yo llegue hasta los 25 años», detalla. Por ahora, «Popi» seguirá siendo, indiscutiblemente, el pregonero del Xiringüelu.