Pravia, Sara ARIAS Un sonoro y sincero aplauso se extendió, ayer, desde el interior de la Colegiata de Pravia hasta el exterior al paso del féretro de Antonio Mallo del Río. Así, familia, amigos y el mundo del deporte asturiano despidió al expiragüista y emblema del deporte praviano, el popular y querido Toni. Mallo falleció el pasado domingo, a los 46 años, tras sufrir un ataque al corazón fulminante en su casa de Raíces, en el concejo de Castrillón. Después se hizo el silencio, tan sólo roto por los sollozos de los presentes, muy afectados como es lógico tras la inesperada tragedia.

Toni Mallo era una persona muy querida por todos los pravianos por su cercanía y su carácter dulce, destacó una vecina que no podía articular palabra por la emoción. También estuvo presente el Club de Piragüismo "Los Cuervos" de Pravia, donde Mallo comenzó a remar y consiguió muchos de sus éxitos deportivos. Fue internacional y campeón de Europa en categoría junior. Y estuvo a punto de ser parte del equipo nacional en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.

Además, Mallo era muy conocido en todos los rincones de Asturias por haber sido piragüista. Pero también por su actividad profesional como fisioterapeuta y recuperador de muchos deportistas de la región como el nadador Marco Rivera, el palista olímpico Saúl Craviotto o el varias veces campeón del mundo de maratón Manuel Busto. Mallo estaba especialmente vinculado al Club Natación Santa Olaya, de Gijón, donde entrena Rivera. Ayer le costó recordar sin emoción a Mallo: "Toni deja un vacío difícil de llenar, era un profesional extraordinario y a nivel personal, ¡qué voy a decir, era espectacular!", aseguró Marco Rivera, del equipo nacional de natación. Rivera recuerda a Mallo como una persona "muy humilde pese al currículum que tenía detrás". Y reconoce que muchos de sus récords de España "los tuve por su culpa y su forma excelente de trabajar".

Muy afectado a la salida del funeral estaba el piragüista Kiko Vega, uno de sus amigos íntimos: "Es una pérdida muy importante para el piragüismo nacional, Toni era de esas personas que aportan". Según Vega, Mallo fue una pieza fundamental en su carrera deportiva, "buscaba siempre la mejora, estaba implicado en todo lo que hacía al cien por cien". Como amigo, Toni era "muy cariñoso y leal, algo muy importante porque de eso no hay", concluyó. Por su parte, Manuel Busto rememoró viajes y momentos vividos con Mallo. "Estos días me acuerdo mucho de su hijo Pelayo, era como una pegatina suya, siempre remando a su lado", resumió. Para Busto Mallo fue mucho más que un fisioterapeuta, "más allá del masaje que me daba cuando llegaba fundido, era una persona que estaba para todo". En ese sentido, también se expresó el medallista olímpico Saúl Craviotto, con quien Mallo trabajaba para preparar la cita de Río de Janeiro. "Valoro más las charlas que me daba y lo que se preocupaba por mí que los masajes, era una especie de psicólogo", dijo. Positivo y cercano. Pero, sobre todo, Mallo fue una persona muy querida por todos.